Menos Mal que “nos gusta el atole”

Menos Mal que nos gusta el atole. Por Samuel Pérez Ríos Aldana

Nos gusta el atole. Menos Mal que a la mayoría de los mexicanos nos gusta el atole, sobre todo acompañado de un buen tamalito caliente, pues esta bebida está cerca de convertirse en patrimonio de la humanidad, sobre todo cuando se paladea servido desde un buen dedo presidencial que alimenta a los millones de mexicanos sedientos de cifras, números y datos que son válidos en el país de las maravillas, ese que sobrevive sólo en la imaginación del presidente y sus seguidores.

 

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Ayer, uno de septiembre, el presidente AMLO ofreció su sexto y último informe de gobierno. Ante una explanada del Zócalo capitalino repleto de fieles seguidores que vitorearon todas y cada una de las mil maravillas que informó el mandatario nacional. En un discurso fuera del protocolo, con un ejecutivo muy cercano a la ciudadanía y con un libreto digno de Disney o Marvel que está más de moda.

Menos Mal que “nos gusta el atole”

Si bien es cierto que en materia de ayuda por medio de programas sociales se avanzó en gran medida en los últimos seis años al establecer apoyos a la ciudadanía en general, podemos declarar que fue en el único rubro en el que se avanzó con esta administración. Sin tomar en cuenta que millones de tarjetas de apoyos fueron utilizadas para desviar recursos, pues se les asignaron a personas fallecías o que viven en el extranjero, por lo cual, al no ser reclamadas derivan el dinero a un fondo secreto, al fin y al cabo ya se declararon como apoyo.

 

Datos surgieron muchos, la mayoría tan errados como el futuro de la nación, pues el declarar que nuestro sistema de salud es aún mejor que el de Dinamarca, sólo demuestra que AMLO no ha puesto un pie en ese país, ni le interesa hacerlo. Así como el hecho de desaparecer a los órganos autónomos, que evidenciaban la corrupción de las autoridades, para poder declarar que el gobierno federal está por fin limpio de fraudes, cuando en su mismo círculo familiar se realizan las mismas tranzas de todos los sexenios anteriores, solo es darle atole con el dedo al pueblo sabio.

 

Cuando alguien es honesto no necesita esconder las manos, por ello el hecho de ocultar gran parte de las actividades y gastos de su administración durante años según el por cuestiones de seguridad nacional, solo evidencia que d honesto no tiene ni un pelo y que tiene la capacidad de engañar, traicionar y robar sin remordimiento alguno, pues como todos los anteriores, tan solo persigue el beneficio personal y la acumulación del poder por avaricia.

 

Menos Mal que “nos gusta el atole”

 

Lo que sí hace bien el presidente es manipular masas, dividir y polarizar al país y marear tontos, pero cuando de resultados se trata, analizando cifras macroeconómicas la realidad es penosamente mala. Aún que en realidad a los mexicanos ya no nos interesa el producto interno bruto, ni las tasas de interés, ni los índices de inflación, mucho menos el crecimiento nacional, pues ahora todo se mide en bienestar y felicidad, lo cual se comprueba a diario al escuchar a los entusiastas seguidores de MoReNa, que por unos miles de pesos regalados perdonan y olvidan masacres, fraudes, engaños y demás abusos de poder del presidente.

 

Las tres grandes deudas del sexenio serán el combate real a la corrupción, donde se confirman los sabios dichos de «Perro que ladra no muerde» ante la constante amenaza sin ton ni son de cada mañanera, a miles de empresas y personas, pero sin una sola acción real para combatir la corrupción (desde luego sin falta de pruebas reales y hechos demostrables ante la ley).

 

Menos Mal que “nos gusta el atole”

Además, aquel que dice «Perro no come perro», demostrando que Andrés Manuel también forma parte de la Mafia del poder, de la cual se queja diario en su homilía mañaneara, pero engañando a los tontos que lo escuchan, pues Enrique Peña Nieto encarcelo a exgobernadores, alcaldes y a funcionarios, pero AMLO no procesó ni a su archienemigo Canallín, quien como Juan por su casa entró al país a obtener fuero, demostrando a todas luces que forma parte del podrido sistema político nacional.

 

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Pero desde luego que esta es sólo mi visión miope de una gran nación que intentan construir los amantes de la 4T, solo el tiempo dará la razón y pondrá a cada quien, en su lugar, obviamente solo tenemos que seguir trabajando y produciendo para que los políticos TODOS, puedan seguir manipulándonos según su interés personal, como desde hace más de 90 años.

PD. «Que Viva México Cabrones»

 

 atole, atole, atole

Menos Mal / Por: Samuel Pérez Rios.

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